La generación mimada: para la reflexión

recnocimiento-academico

Les recomiendo este articulo que salió hoy en El País, sobre esta nueva generación de estudiantes políticamente correctos, mimandos, que practican un fascismo lite y se creen progresistas.

Para la reflexión. Espero sus comentarios:

http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/08/actualidad/1447010586_274139.html

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11 respuestas a La generación mimada: para la reflexión

  1. Andrés Vargas dijo:

    Buenos días profe.

    Muchas gracias por el artículo. Ciertamente propone una reflexión interesante acerca de una buena parte de los estudiantes contemporaneos, la sociedad de víctimas y el despotismo de lo políticamente correcto.

    A propósito del tema, tal vez le interese darle una mirada a este texto:

    http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2015/09/the-coddling-of-the-american-mind/399356/

    Se abordan allí los mismos casos que en el artículo de El País, aunque añadiendo algo más de contexto y algunas propuestas para entender el problema. Es un poco largo, pero creo que vale la pena sacar el tiempo para darle una mirada.

    Saludos.

    Andrés Vargas
    Universidad del Rosario, Colombia.

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    • Solange Alberro dijo:

      Total y tristemente de acuerdo con el artículo. Ahora todo tiene que ser light, cool, el egocentrismo, el protagonismo e individualismo imperan, sobre todo entre los jóvenes. La fórmula «es TU problema» y el «selfie» universal revelan hasta qué punto el YO lo domina todo. Sí, las nuevas generaciones son mimadas, cualquier fracaso, escolar, afectivo, deportivo se vuelve un drama, no saben enfrentar las más mínimas dificultades, todo es pretexto a «trauma», «depre», los padres son siempre culpables​.​ ​L​os sicólogos, sicoanalistas y demás profesionales del ego dominan el escenario, sustituyendo a los curas de antaño​,​ que al menos tenían el mérito de ser gratuitos. ¿Cómo van a enfrentar estos jóvenes lo que viene, que no pinta halagador? Hasta nosotros, los docentes, nos vemos obligados a llevar a nuestros estudiantes de la manita​.​ ​I​ncluso siendo doctorandos, hay que aconsejarles, guiarlos en todo, animarlos, consolarlos, apapacharlos para que no se pierdan en minucias ni se desesperen…Lo que pasa en las universidades norteamericanas no me extraña, allí siempre ha existido el convencionalismo social, político (​c​f. la época ​de ​McCarthy), la religiosidad y el nacionalismo son primarios​.​ ​E​s un mundo muy convencional aun cuando existen minorías de lo más respetables entre los universitarios, escritores, artistas . Personalmente, preferiría vivir en la Sicilia de Camilleri- Montalbano, con todos sus mafiosos – ya estoy acostumbrada viviendo en México- que en alguna de aquellas universidades del Middle West adicta al creacionismo, a la misa dominguera, las fiestas de fin de curso​, al Halloween, los picnics con los vecinos y el pastor, etc. Un amigo mío, el antropólogo Hugo Nutini – ya difunto – tuvo problemas en la Universidad de Pittsburg hace unos 20 años, por haber comentado en sus clases los orígenes del hombres según el evolucionismo. Varios de sus estudiantes dejaron de tomar sus clases y se quejaron a la administración… Perdone de nuevo estos rollos inoportunos, pero es reconfortante encontrar personas con las que compartir este tipo de opiniones, puesto que también es políticamente correcto declarar que los jóvenes actuales son fantásticos, geniales, etc., etc.

      Un saludo cordial​.

      ​S​olange Alberro
      El Colegio de México​

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  2. Susana Matallana dijo:

    Hola Jorge,

    A proposito del presentismo y del creciente fascismo global, te (y les) recomiendo el libro de Chris Hedges, Empire of Illusion: The End of Literacy and the Triumph of Spectacle, una mirada descarnada sobre el presente y el futuro… El capitulo «The Illusion of Wisdom» es especialmente aleccionador para investigadores, profesores y academicos.

    Susana Matallana
    Universidad del Valle, Colombia

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  3. Valentina Araya dijo:

    Leí la noticia/columna y en general estoy tremendamente de acuerdo con lo que se dice, de hecho, mientras reflexionaba sobre eso no podía evitar que mi estadía en los Andes pasara por mis ojos en prácticamente todas y cada una de las líneas de la columna. Es más, el clima que ese tipo de situaciones y ambientes producen te llevan a la autocensura y autorregulación más despiadada –a mí modo de ver–. Ese tipo de instancia comienza a generar que un estudiante crítico deje de serlo, por miedo, a la sanción posterior, sea desde el punto de vista social como académico. Ahora bien, leyendo lo que envió la profesora Alberro, discrepo en algunas cosas. Pues estoy de acuerdo con que a las nuevas generaciones de estudiantes –me incluyo– se nos ha dado un trato casi anti bullying, como si estuviéramos predispuestos a una total intolerancia a la frustración y al rechazo, y en gran medida, lo es. Pero creo que tampoco es justo, como le entiendo a la profesora Alberro, culpar a los estudiantes de las actitudes que también han adoptado algunos profesores, es decir, creo que ha sido un proceso concertado y la autocrítica debe ser de ambos lados. Puesto que, me ha tocado ver profesores que asumen como una crítica directa y personal cuando uno como estudiante no está de acuerdo con las postulados sobre algún tema o teoría sobre la que se está discutiendo. Creo que ha sido una especie de desidia e hipocresía mutua en muchos de los casos. por último para no ver el debate tan apocalípticamente, no podemos olvidar que todavía hay profesores que se han resistido a la actitud que se comenta, como también hay estudiantes que plantean su componente crítico en la mayoría de las reflexiones.

    ​​Valentin​a Araya Torres
    Estudiante de Maestría en Historia U. de los Andes
    Historiadora Pontificia U. Católica de Chile

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  4. Fernando Urueta dijo:

    El artículo de Carlin me pareció muy interesante por el problema que pone sobre la mesa, esa «tendencia represiva en un sector de la sociedad donde uno suponía que se daba un alto valor al principio del pensamiento libre». Pero la hipótesis que plantea para explicar dicha tendencia, la idea de que «la juventud de hoy, especialmente la que ha tenido la suerte de ir a la universidad, pertenece a una generación mimada», no resulta muy convincente para mí​, en parte porque me parece que exime a la misma universidad de la responsabilidad que tiene en esa situación.

    En todo caso, pienso que el artículo también es interesante porque, tal vez sin quererlo, permite inferir dos factores quizás más significativos: por un lado, el reiterativo discurso de la derecha sobre la seguridad, que se trasluce por ejemplo en las declaraciones del dirigente estudiantil citado por Carlin, y por otro, el reiterativo discurso de la izquierda sobre el pluralismo, un discurso que encontró una especie de fortín en la universidad contemporánea y que se trasluce, creo yo, en la acusación de misoginia contra Greer o en la percepción de Rock según la cual la principal preocupación en la universidad de hoy es “no ofender nunca a nadie”.

    Evidentemente, habría mucha tela por cortar aquí, pero no tengo ni espacio ni conocimientos suficientes para hacerlo. Sin embargo, resulta cuando menos provocador pensar que estos dos discursos tan disímiles, provenientes de orillas políticas opuestas, pueden haber contribuido a (y confluido en) esa tendencia represiva que viene brotando desde hace rato en la academia.

    ​Fernando Urueta​
    Profesional en Estudios Literarios
    Universidad Nacional de Colombia

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  5. Oskar Londoño dijo:

    Estimado Jorge, cordial saludo.

    A propósito del artículo sobre «El estudiante eunuco y los nuevos profesionales en ciencias sociales» comparto la opinión de la literata Gloria Elena Muñoz.

    Saludos,
    Oskar Londoño
    Universidad Autónoma de Colombia

    ———- Mensaje reenviado ———-

    Es preocupante este tipo de reacciones, pero les cuento que no hay que ir muy lejos, tristemente aquí está pasando en una de las universidades que se considera abierta al debate. Centro Ático de la Universidad Javeriana (Colombia) ya no volvió a ser sede del Ciclo de Cine Rosa, cuando desde sus inicios fue uno de los lugares de proyección. Una clara muestra de censura, para no perturbar a quienes no estén de acuerdo con el Ciclo. Y la de hoy fue la máxima. También en la Javeriana cancelaron el debate sobre el aborto y lo más grave es que fue por presión de los estudiantes. Una organización cristiana se dio en la tarea de habilitar un link para recoger firmas en contra y !efectivamente firmaron mas de 4.000 estudiantes! Escuché la noticia y entrevistaron a algunos de ellos. La verdad daba tristeza… mentes cerradas, con miradas obtusas, ¿que será de nuestro país si estos chicos van a ser los futuros gobernantes?

    Los dejo con la noticia:

    http://www.las2orillas.co/la-directiva-de-la-javeriana-censuro-el-foro-sobre-el-aborto-promovido-por-martin-santos/
    http://www.elespectador.com/noticias/bogota/felicitan-universidad-javeriana-cancelar-foro-sobre-abo-articulo-598237

    Abrazos,
    Gloria Helena Hoyos

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  6. Luis Ramírez dijo:

    La intolerancia en muchas de sus formas y expresiones es practicada diariamente en todoas las universidades. No solo posturas academicas, posiciones políticas y personales, personalismos y muchos mas «ismos», se repiten diariamente en todos los centros y todos somos blanco de ellos algunas veces como repetidores y otras como victimas. Lo cierto es que todavia nos falta mucho camino para alcanzar una sociedad mas equilibrada y mas tolerante.

    Luis Ramírez

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  7. Meliza Hernández M. dijo:

    El ideal de educarse en una universidad (sea pública o privada) es indagar, conocer, argumentar y debatir posiciones, esas múltiples ópticas que como “ser en formación” te permiten construir ideas y opiniones, generándote una sensación que confirma la libertad de pensar.

    Desafortunadamente las cosas no son así, es evidente que las burbujas perfectas -que cada vez se están llenando más de gente joven- delimitan y empobrecen la apertura que en pleno siglo XXI se está reflejando por ejemplo cuando se ignoran, desprecian o censuran temas como la sexualidad, el aborto, las posiciones políticas opuestas o simplemente la moda… es claro que las diferencias son necesarias, ¿qué sería de las ciencias sociales si todos fuéramos iguales y pensáramos lo mismo?

    Como antropóloga puedo decir que las aulas se están limitando a pintar pajaritos en el aire en un mundo que va a pasos vertiginosamente agigantados, y desde mi lente puedo decir que estamos retrocediendo en la medida que se busca esconder realidades, de hecho no sé si de esto nos podamos beneficiar, pero en este orden de ideas, creo que la educación en general está castrando a las personas desde que llegan a explorar sus primeras letras y es allí donde surge el cuestionamiento: entonces si se necesitan cambios, ¿quién los va generar?… la culpa en ocasiones recae sobre los profesores o incluso los padres, pero es evidente que las nuevas generaciones que están creciendo con una comodidad “a pedir de boca”, no quieren quitarse el velo de lo “correctamente establecido” para ver las dimensiones reales de la sociedad, sus variables y más aún sus desigualdades. Sería bueno pegarles una sacudida conceptual por medio de discusiones, debates e intercambio de opiniones… pero a este paso, creo que hasta eso los lastimaría.

    Meliza Hernández
    Universidad de Caldas

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  8. Pingback: Sobre la “Generación mimada” o “Los estudiantes eunucos” | El Lápiz Hambriento

  9. Lina Cuellar dijo:

    Hola: Gracias por compartir las lecturas. Dejo en este enlace mi respuesta, un poco extensa, al debate propuesto. http://wp.me/p4BaiV-2q

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  10. Jorge dijo:

    Gracias por el comentario de Lina Cuellar en su propio blog. Espero que nos siga colaborando con sus interesantes opiniones.

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